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Estas tendinitis se caracterizan por el depósito de calcio en el espesor de los tendones.

Los pacientes candidatos a esta técnica son los que padecen dolor y/ó impotencia funcional por tendinitis calcificante, ya sea de hombro, que es la más frecuente, o en cualquier otra localización anatómica del organismo, cómo por ejemplo la trocanteritis.

Técnicamente consiste en lavar-aspirar la calcificación guiándose con ecografía continua, previa asepsia y anestesia local.

Las complicaciones en el caso excepcional que aparezcan, salvo alguna reacción vagal, suelen ser leves y de carácter local.

El paciente debe ser evaluado al mes aproximadamente con radiografía y/ó ecografía según su evolución.

En un pequeño porcentaje de casos se hace necesario realizar un segundo tratamiento unas seis semanas después del tratamiento inicial, si persisten todavía restos de calcificaciones.

Resultados:

antes-g_2

despues-g_2

Prácticamente todos los pacientes experimentan una mejoría inmediata del dolor y de la impotencia funcional.

A los tres meses un 72%, y a los seis meses un 81% no refieren ningún síntoma de dolor o impotencia funcional.

La evolución radiológica un año después del tratamiento es altamente satisfactoria, ya que las calcificaciones suelen desaparecer totalmente en un 78 % de los casos, y casi totalmente en el 91%.

Como resumen podemos afirmar que el lavado- aspiración pecutáneo guiado por ecografía es un tratamiento poco agresivo e indoloro para el paciente, económico, fácil de realizar y el más efectivo que existe actualmente para tratar la patologia producida por tendinitis calcificada.